Eres el tesoro especial que dios puso en mis manos para amarte.
Cuando te sientas abrumado, solo recuerda de quién eres hijo y endereza tu corona. Recuerda que eres más valiente de lo que crees, más fuerte de lo que pareces y más inteligente de lo que piensas.
Te amamos más de lo que te puedas imaginar mi pequeño príncipe. ¡¡Ahora y siempre, tus padres!!